Wonder-wonder-wonderbraaa, jooooooouuuu!

La neta, yo nunca he sido afecta a presionar mis carnes (que advierto son no muy abundantes, pero digamos que entro en la categoría "something more for love") o a adornarlas con cualquier "artefacto" o lencería cuttie, hechos para deleite visual de algunos y tortura física y mental de otras (si no o creen, sólo pregunten a alguien que lleva faja, si no esta pensando en quitársela o en que la faja se nota, o a alguna tipa que lleva tanga con olancito de encaje, si no se le ha rozado alguna vez el "entrecejo" por utilizarla más de doce horas, jejejeje). El principal motivo por el cual no suelo utilizar fajas, amarres, corses (y vaya que me parecen lindos algunos modelos), tangas, calzoncitos de telas sintéticas, fondos, corpiños, bustiers y/o bras de fantasía, es que tengo la piel extremadamente delicada. ¡Pobre y delicada! dice mi madre, jajajaja. De verdad, no puedo utilizar algunas de estas prendas sin que me dejen moretones, marcas, rasguños, rozarudas o escoraciones, las cuales dejan marcas permanentes (cuando digo permanentes es FOREVER&EVER!). El otro motivo es que mi fisonomía no es, ejem, digamos la indicada para comprar cualquier cosa, en fin... El asunto es que nunca de los nuncas había podido utilizar esas cosas, por lo menos no más de 4 o 6 horas y eso ya era mucho. Sin embargo hace unos meses me deje seducir por la idea (y la labia de una amiga ayudó) de comprar un famoso "wonderbra". Me lo pensé harto y al final me compre el wonderbra. Precioso! Tela imotando el satín, color marfil y con tirantes removibles, con su famoso sistema "push-up" y unas almohadillas extra para levantar el "ánimo" de cualquier chica (y de algunos chicos). Lo típico en nosotras las mujeres: cuando llegue a casa saqué el wonderbra y me lo "medí". Resultado: Uuuuuuuuuf! FATAAAAAAAAAAAL! Ho me quedaba como prometía (¡lógico que no se me vería como a la modelo, peroooo!), lo sentía justo (aunque era "mi" talla") y por supuesto, no me levantaba nada, si no todo lo contrario... Mi ánimo estaba en el suelo, knoukeado. Bad day... ¡Y para rematar me salió carísimo! De milagro no se lo regalé a mi prima, sino que lo deje en un gancho en el ropero. ¡No iba a tirarlo ni a regalarlo! Me resigné a dejarlo ahí hasta buscarle compradora, después de todo estaba nuevo y era divino para alguien de menos carne. U_u bujuju! Mi madre me dijo que lo más seguro es que no lo sentía bien porque me lo había puesto mal y aparte, estaba hinchada después de andar todo el día y de la resaca.

Total, la cosa es que hace como un mes me compre una blusa de escote bajo. Creí que un bra que tengo sería el ideal, sin embargo, ejem... Pos no jue así! Tons, recordé el wonderbra en el ropero. He perdido (pocos) kilos y pensé: Nada pierdo con probar. Total, después de acomodarlo lo sentí muy bien. Me puse la blusa y ulalá! ¡Qué bien se sentía! Cuando me ví al espejo no me lo creí: ¡TENÍA PECHOOOOOOOO! Wooow! Me sentí poderosa, jajajaja, toda una WONDERBRAWoman, jajajaja. Ahora si que comprendía la frase que suelo usar cuando alguien levanta mi ánimo: "Fuiste mi wonderbra del día". Jajajajajaja. Y saben que es lo mejor del caso: ¡Funciona con los chicos! Jajajaja! ¡Qué como lo sé? Fácil: Ayer, que portaba orgullosamente mi wonderbra debajo de la blusita de escote bajo, entré a una tienda a la que suelo ir y en la cual nunca me habían ofrecido ayuda y en donde trabajan cuatro chicos. Mientras curioseaba por el lugar en búsqueda de un regalo para (mi) Panchis, de pronto sentí la presencia (y mirada) de uno de los morros. "¿Buscas algo en especial muchacha?" "Neh, gracias, sólo curiseo." Miradita, ojitos, sonrisa, XD blah-blah, me voy a ver los pircings y de pronto, ¡otro morro! "Lo que quieras te puedo mostrar, si quieres ver los aretes de la vitrina, dime". "Oooow, okey, gracias..." Ojitos, sonrisita, XD blah-blah, jajaja. Decidí comprame algo para mí, porque lo que quería para (mi) Panchis nomás no lo encontré. Mientras pagaba, el cajero superamable, haciendo plática sobre la nueva mercancia que esperaban y a diferencia de otras veces, me dio el cambio en la mano y no lo depositó en el mostrador como suele hacer. Jajajajaja, además, misteriosamente los dos morros que me había ofrecido tan gentilmente su ayuda, se ubicaron uno al lado del mostrado y otro de camino a la puerta, de suerte que hicieron una especie de "guardia" que yo no esperaba y si no se dspidieron de besito es porque no me les acerqué mas, jajajajaja. O sea, guardia para mí, la tipa que va cada quince días y a la que con suerte le abren la puerta, la misma a la que una vez le dijeron "señora" y que en otra ocasión batearon argumentando que no tenían llaves para abrir la vitrina cuando pretendió que le mostraran una gargantilla de ámbar. Jajajajajaa, o sea: ¡El WONDERBRA SI FUNCIONA! jajajajaja. Yo no sé como las feministas quemaban sus brassieres si con ellos bien puestos se pudo lograr un poco más, jajajajaja. ¡Qué viva el WONDERBRA! Ahora creo que toda mujer DEBE tener por lo menos uno entre su lencería, una nunca sabe. Jajajajajajajaja