Al parecer llegó el invierno, eso espero... Estos vientos de noviembre estremecen mis sentidos, pero prefiero mil veces este clima gélido al bochornoso y sofocante clima de verano. En definitiva soy invernal. No hay como la calidez de un sueter de lana, sobre todo si trae a alguien más adentro... Y que decir de la taza de chocolate caliente en una tarde lluviosa mientras ves una buena película o lees un libros. o simplemente pierdes el tiempo mirando un infinito punto en la esquina del cuarto donde estás.