La verdad imberbe
Siempre me han fascinado los huesos, los esqueletos, los cráneos. Cuando un morro me gusta observo detenidamente sus clavículas, su mandíbula, el ancho hueso frontar que copnstituye parte del cráneo. Me deleito en recorrer sus carpos metacarpos y falanges, me fascino ante la visión de unas vértebras bien marcadas y unos omóplatos definidos. Puedo morir por acariciar una redonda y fuerte rótula que se une firmemente a la tibia y el peroné, cuando lo abrazo me gusta sentir sus costillas y el esternón, bajo el cual sé que late su corazón y donde habitan los pulmones. Mido la intensidad de su abrazo en la fuerza con que siento los húmeros, radios y tibias estrecharme... Y les voy a decir por que me fascinan tanto: Es lo único realmente sincero, auténtico que tenemos, y sobre todo los cráneos, porque a pesar de estar totalmente desnudo, imberbe y desprotegido, sonríe, sinceramente sonríe.
P.D. ¿Hará falta decir que muero por los flacos huesudos y por los chicos de huesos firmes y pesados? Mmmmjummm, ¡ora sí que hasta sus huesitos me matan! Conmigo sí aplica eso de que ando tras sus huesos, jejejeje.
3 Comentarios:
en serio?...
jajajaj que raro... solo le habia escuchado *o sera leido?* eso a una persona antes...
pos yo tengo las rodillas huesudas...
...
jajaj salutes!
Oye, cuando vamos al cementerio?
si la distancia y esa pendejada llamada dinero no fuesen obstaculo,para llegar hasta donde andes ,,ya estaria chupandote los tuyos,,diva,,..y tambien con eso de joder alos demas,,vientos,,..por si acaso,,,tornazolcraneo@live.com.mx
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