un poco de ajenjo

De las alas del hada verde para sus débiles mentes

miércoles, noviembre 12, 2003

CONTINUIDAD DE LAS PESADILLAS



Tarde ya, estoy a punto de despertar... No quiero escuchar el despertador (desesperanzador). Sin abrir los ojos, alargo el brazo en búsqueda de la fría cajita de números infrarojos, pero no la encuentro... Intento abrir los ojos, en vano, no puedo. Mi brazo sigue manoteando fuera de las cobijas que cubren mi cuerpo, no hay nada, sólo el vacío indeterminado. Intento articular sonido, no hay voz en mis labios, sólo un murmullo dentro de mi cabeza. No puedo moverme, no puedo respirar. Me agito sin sentir mi cuerpo. ¿Dónde estoy? No lo sé. ¡Si tan siquiera sonara el maldito despertador! Hay ruidos fuera del cálido nicho de las cobijas. No logro distinguirlos, parecen voces. Intento sacar la cabeza del nicho, lo logro, ya esta casi afuera. Una mano me toma del cuello, siguen los ruidos, ahora puedo escucharlos, son voces humanas...
- ¡Un poco más! ¡Vámos, un poco más! Con más fuerza, ya casi terminas
Sigo sin entender, un tirón hace que mi cuerpo entero salga del nicho tibio en el que me encontraba y un torrente de luz blanca me enceguese continúo sin poder respirar, sin entender. Alguien me toma en brazos, siento que no puedo respirar, ¡me ahogo! Me sacuden suavemente y por fin logro gritar.
- ¡Ya está aquí­! Es una chiquita. Nos la puso difí­cil, mira que sacr un brazo primero. Muy bien, muy bien, ahora ya está¡ aquí­.
¿Qué cosa dice? No, imposible, no puede ser. ¡Qué alguien me despierte! ¡Maldito despertador suena ya! ¡Llegaré tarde al trabajo, tengo examen por la tarde y Armando me espera para cenar en ese cafe que me encanta! Maldición, no volveré a cenar tarde, lo juro. Tengo que despertar a como dé lugar. Ellos siguen hablando siguen riendo. De pronto, un movimiento en falso, alguien suelta mi cuerpo que se estrella contra el suelo. ¡Bip,bip,bip,bip,bip! ¡Por fin el despertador! Estoy contra el suelo, justo al lado de la cama, las cobijas se quedaron arriba. Sí, lo sé, tal vez lo que he hecho es un error, pero no creo en segundas oportunidades, además, odio las incertidumbres del mañana y no creo estar preparada para volver a comenzar de nuevo....

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