Llorando por tu amor
-¿Qué mal te estaba haciendo pa' que tú me lastimes así? Si yo nomás quería quererte. No mucho, nomás poquito...
(La Diva llora con el rostro entre las manos, sin gemir muy alto y sacudiendo suavemente el cuerpo, cual deben llorar las divas cuando están heridas. El Demonio fuma sentado en su gran sillón de jefe infernal, se inclina hacia una caja de pañuelos desechables y coge tres, se los extiende a la Diva que sin dejar ver su rostro estira el brazo para alcanzarlos.)
-Deja de llorar, me choca que llores...
(El Demonio sigue fumando, la Diva ha dejado de llorar y ahora se limpia las lágrimas con la punta de un pañuelo doblado. De su bolso de mano saca un pequeño espejo y revisa su maquillaje, limpia el rimmel que ha escurrido debajo de sus ojos, saca un lápiz labial y se retoca. Vuelve a meter todo a su bolso, se pone de pie y se dirige hacia el Demonio que mira hacia el infinito, lo ve unos segundos antes de darle la espalda y comenzar a caminar hacia la puerta. Abre la puerta y antes de salir ve a su Demonio. Él la ignora. La Diva sale y en el escenario se hace lentamente un oscuro total...)
2 Comentarios:
pinche demonio. salu'
Los demonios sobran; las divas, no. Y son necesarias.
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