un poco de ajenjo

De las alas del hada verde para sus débiles mentes

jueves, mayo 20, 2004

YO




Sé que hablo poco de mí, que casi nunca posteo algo relacionado con mi vida (a excepción de cuando me hacen encabronar y tengo que expresarlo de alguna manera, hasta la fecha en mis 42 posteos llevo tres encabronamientos). Nunca he dicho cuantos años tengo, ni de que color tengo los ojos. Pocos sabrán que sufro de insomnio y que estoy en un diplomado de teatro, que me gustan las películas viejas y que clazo del 8 1/2. Creo que a nadie le importa que lleve atada a la cintura la banda de Yemanjá y tampoco les molesta que mezcle el rock alternativo con la trova cubana. No creo que les importe mi gusto por el ánime japonés y que prefiera mil veces andar con un morro de 20 que con uno de 35. Nadie nota las cicatrices que me dejaron las perforaciones en la nariz (ambas aletas, llevaba una estrella del lado izquierdo y una gota de cristal violeta del lado derecho), todavía nadie adivina que llevo tatuado en la espalda entre el omóplato izquierdo y la espina dorsal. Pocos sabrán de mi fijación por escribir y que detesto dar clases, aunque la literatura sea mi pasión. A nadie le he dicho que soy una aprendiz de bruja y que puedo percibir las partidas. ¿A quién le interesaría saber que me gustan los hombres altos de ojos claros y cabello oscuro? Nadie sabe donde consigo ajenjo y cómo me gusta tomarlo. Rara vez comento mis ansias suicidas y menos las homicidas. Pocos confian en mi talento como cantante, lo que no saben es que canté por siete años en un coro famoso de mi pueblo y menos saben que fui actriz amateur. A nadie se le ocurriría regalarme una partitura para piano llena de besos y menos una mirada cargada de deseo. Nunca me han oído llorar por las noches, ni tampoco me han visto fumar media cajetilla de cigarros mentolados entre plática y risa en un Sangrons. Nadie, nadie ha logrado quitarme el hambre y mucho menos el sueño, sólo la luna. Me gustan los animales y en mi próxima reencarnación seré una quimera, si pudiera ser hombre sería joto y como soy mujer, mi lado masculino es muy maricón. Adoro la plata y me gustan las joyitas étnicas. Me encanta maquillarme y usar medias de red (son muy chic) Nunca le he disparado a nadie, pero me gustaría hacerlo (con balas de salva, of course!) Medio sé francés y estoy empeñada en aprender italiano, aunque ya sé hablar inglés (¡lo odio!) Puedo pasar horas frente al mar, pensando como si pensara, pero en realidad prefiero meditar en lo alto de un cerro solitario. No desprecio la cerveza, pero me gusta más el vino. Soy una hada triste a quien se le fracturaron las alas y que no tiene otra que embriagarse de palabras para no sentir el dolor. Todo esto y más soy yo.

1 Comentarios:

Blogger -ReD- dijo...

Cuando levantes las alas, darás con tu marcha polvo azúl a los adormilados que se quedan en el piso. solo soñando.

4:02 p.m.  

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