un poco de ajenjo

De las alas del hada verde para sus débiles mentes

miércoles, febrero 02, 2005

El choque que no fue tal y parte de la historia del Escarabajo azul



Tengo un pequeño carro, al cual he apodado el escarabajo azul.El carrito es un Honda Civic de cinco velocidades (standart, muy mono. Alguna vez fue azul metálico muy parecido al de la foto ahora es un fantasmita, pero no importa. Es mi primer carro mío-de-mí, en él aprendí a manejar (me enseño un taxista que se llama Cristobal, así que imagínense cómo manejo). Desde hace siete años ha sido un fiel "corcel", nunca me ha dejado tirada en mitad de la calle, aunque ande fallando. No sé bajo que benia, el carro siempre ha cumplido con dejarme en un lugar seguro (tanto para mí como para él). En dos ocasiones olvidé por completo que se le DEBE hacer un cambio de aceite, revisión de filtros, cableado eléctrico, líquido de frenos y aceites (motor, transmisión) y que además a un carro se le llevar a que le roten las llantas y le realicen un servicio de alineación y balanceo. Gracias a este olvido, casi lo desvielo. En otra ocasión en pleno verano tijuanense se arruinó la bomba del agua y el pobre carrito, a pesar que la temperatura sobrepasaba los 40 grados, de que no tenía ni gota de agua en el tanque porque toda la había tirado y de que la aguja del medidor de temperatura marcaba HOT, HOT, VERY HOT ¡no se paró! Una noche cuando regresaba de la universidad, me acorde que los carros solares aún no se comercializan y que por lo general se le tenía que poner gasolina para que este carbure y avance. Me busqué en los bolsillos y no traía ni un peso. Ví la aguja: estaba en la E de ¡Échale! pero pensé que aguantaría a que llegara a mi casa (que queda muy pero muuuuy lejos) y que podría regresar. Ilusa de mí. El fabuloso escarabajo azul hizo un esfuerzo para llegar a mi casa con sólo el vapor de la gasolina. La vecina tuvo que darme raite para ir a una gasolinera cercana a comprar 15 litros del preciado combustible. Soy una pendeja... En otra ocasión intentaron robárselo (sí, fuimos víctimas de la delincuencia), pero mi carro finjió un "desmayo", su batería era difícil de deajustar así que no pudieron llevársela y un cable se aflojó. Como lo conozco pude echarlo a andar. Esa vez sólo se llevaron el gato, la llanta de refacción dos llaves de tuercas y una ele para las tuercas de la llanta. Ese carro nunca se me ha rajado, ahora está "enfermo" y me preocupa. Y me preocupa más porque el sábado, después de más de 7 años manejando contra calafias, taxis y doñitas en astrovans, sin contar a los traileros, camioneros y similares energumenos del volante y que jamás de los jamases había dado un golpe, un pendejo-pendejísimo tuvo a mal embarrarse contra la esquina izquierda de la defensa delantera. El pobre escarabajo azul no sufrío graves daños (afortunadamente) pero el carro del ojete, que manejaba como el pendejo que es, sí se dañó y pos resulta que de chocado, mi pobre escarabajo, pasó al banquillo de los acusados como "chocador". La neta: ¡NO FUE MI CULPA, EL PENDEJO SE EMBARRÓ EN LA ESQUINA DE LA DEFENSA! La cosa es que terminé pagando el pato, el ganso y hasta el guajolote. Típico que te frikeas toditito y lo único que quieres es que sea una pesadilla. Horror de horrores, los oníricos no me estaban haciendo travesuras, prueba de ello fue que por más que hice para despertarme no pude y el golpe de adrenalina comenzó o correr por mis venas haciendo que mis rodillas se llenaran de pequeñas descargas eléctricas que me incitaban a salir corriendo... Pos' total, que la güey de yo tuvo que pagar 120 dlls. con tal de deshacerme del plasta y toda su clica, pues asumí los gastos. Muchos dirán que la pendejísima fui yo, pero la neta, cuando pasó yo no creí que le hubiera pegado yo, y por eso moví el carro, luego cuando me dí cuenta orillé mi carro y me dije: "¡Pendeja! Ya valió madres..." Luego el morro baboso se bajó del suyo y un amigo se subió al carro. Yo le grité que no lo moviera que de todos modos iba a esperar al perito y zaz! que lo mueven... La puta que lo parió... Pos total que en el lapsus pendejus acepté la culpa y pagué. ¡Estúpida, estúpida, estúpida! Lo único bueno que me deja esto es que si me vuelve a suceder (que en realidad no lo espero nunca) no moveré mi carro ni un centímetro y después de asegurarme de que nadie se murió o sufrío lesiones, esperaré sin moverme hasta que el perito llegué. ¡Joder! Las cosas que tiene que pasarme justo cuando creía que iba a ser mi año.

2 Comentarios:

Blogger Isa dijo...

Bueno...
Estás bien, ¿no? Pues eso es lo importante.
Sé que te sientes engañada, pero no pienses más en ello. ¡A ver si esos capullos se gastan los 120 en medicamentos!

2:54 a.m.  
Blogger Little Masochist dijo...

Pos' trucha pa' la otra amiguita... A veces no importa cuantas veces hayas estado involucrada en uno de estos menesteres, no siempre te sale bien eso de pagar-no pagar... En fin. Suerte y que el escarabajo azul se recupere pronto...

Little Masochist.

11:03 p.m.  

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