Díganme ¡Licenciada! ¡Lo he logrado!

Después de mucho batallar, después de pasar un duro periodo en los que los días eran pesadísimos y las noches las transformaba en días. Después de elaborar una memoria de seis módulos de teoría, crítica y técnica teatral, después de muchos insomnios, café recargado, red-bulls con vitaminas extra y nicotina al por mayor, ¡lo he logrado! Ahora soy una literata con licencia. Yeaaaah! Eso me hace sentir bien. El examen no estuvo tan pesadito, aunque hubo un momento en el que sentí que mi cabeza estaba congelada y ya confundía la gimnasia con la magnesia, pero no me deje amilanar y pos' que dije: "me la pelan, después de tanto dinero invertido no me voy sin mi título" y órale, los dejé impactados por mi profesionalismo y la fluidez de mi pensamiento, así como las aportaciones que otorgaba a cada uno de los apartados. Uuuuuuy! Y fue así que a las 13:45 hrs., del día 13 de enero del 2005, que la Universidad Autónoma de Baja California me otorgó el título de Licenciado en Lengua y Literatura de Hispanoamérica y después de una breve celebración por parte de mis maestros, procedimos al juramento (¡de una wena vez!) Y pos ya. Esa fue mi historia del día de hoy. A partir de hoy dejaré de ser una gata arrabalera para pasar a ser gata de angora (media cruzada, pero weno). Ya vendrá la maestría. ¿Qué les parece a ustedes mis estimados lectores, Colombia, España o Canadá?