Me estoy poniendo azul...

Este día ha sido muy difícil para mí. Tengo algunos problemas, no tantos que no puedan contarse, ni tan pesados que me aplasten, tampoco son tan terribles como para meterse debajo de la cama a llorar mientras esperas el fin del mundo, pero al fin y al cabo son problemas, broncas, trinquetes que se te atraviesan en la existencia y que aunque son del tamaño de un arroz parecen una roca imposible de mover. Como sea... Algunos de estos problemitas se me han sentado en la cabeza y en el tórax y siento que no me dejan respirar. Me asfixian, me ponen a pensar y me hacen que el hada se tiña de azul... Siento dolor, ansiedad, impotencia, no sé. Tengo la médula dañada y cada hueso fue vaciado. A través de ellos se filtra el frío aire de febrero y me atormenta el recuerdo: Ojalá estuvieras aquí...