Esta fue una de las imágenes más terribles del presente siglo y milenio. Recuerdo que iba hacia la Uni en mi carrito,cuando en la extinta 98.9 More FM, suspendió su programación habitual de rock-popero en español para dar la desconcertante noticia. El wey que conducía el programa de las mañanas, Mario Alberto, se caracteriza por ser del estilo bromista y cuando escuché que las torres estaban siendo atacadas, en verdad que me saqué de onda y dije en voz alta (¡me valía ir sola, por lo general hablo cuando estoy sola!): "Que no mame, pinche Mario Alberto... ¡Pos de cuál fumó!" Seguía dando las noticias de que la segunda torre acababa de ser impactada y que la primera ardía en llamas. La ciudad de Nueva York estaba siendo atacada en forma casi inconcebible: El segundo icono de la ciudad (porque el primero es la dama de la estatua de la Libertad), estaba a punto de estallar por el impacto de dos aviones... ¡La puta! En ese momento seguí pensando que era una malísima broma, hasta que llegué a la universidad y en la cafetería en los televisores, la imagen de las torres en llamas y las voces alarmadas de los reporteros no podían ser falsas... Minutos más tarde, no sólo las torres ardían en llamas sino que la primera se desplomaba y se recibía la noticia de que el Pentágono (¡EL PENTÁGONO!) había sido atacado de igual manera... Ese día se escribió el primer capítulo de la historia verdadera del siglo XXI, la primera crónica terrible del tercer milenio. Mi cara era de asombro total, en la cafetería había un silencio tal que se podía escuchar nuestra respiración entrecortada... Poco a poco fuimos saliendo del asombro y algunos iniciamos conversaciones sobre lo increíble que aquello parecía. Junto a mí un amigo, Jorge, me pregunto que era lo que sentía. "Pena, desconcierto, temor, ¡qué se yo Jorge! Dame y cigarro y vamos por un café, necesito sentarme..." Y si, claro que lo lamentaba, claro que me sentía aturdida, platicando con Jorge fue bajando mi tensión, comenzaron las bromas alrededor, como buenos mexicanos encontramos la forma de bromear con todo lo que nos atemoriza para perderle el miedo. Yo seguía sintiendo pena y al llegar a la bibloteca donde trabajaba, lo primero que hice fue buscar toda la información sobre el atentado, Al-Quaeda y demás y hacer un enorme periódico mural. Y no crean que lo lamentaba por los gabachos, nop, no era por ellos, era por las repercusiones políticas, sociales, culturales, morales, éticas, científicas y demás que esto atrajo... A partir de ese día la historia, para bien o para mal, se dividió antes y después del atentado.
A mí, que vivo en la frontera, me ha tocado ser testigo y hasta víctima indirecta de estos sucesos que cambiaron al mundo. Después de este "atentado" el trato con los gringos se volvió más pesado, el cruce en la frontera era terrible, la discriminación se recrudeció y ni hablar de las afectaciones mundiales... Guerra contra Irak, persecusiones en Afganistan, presos políticos en Guantánamo, atentados en Madrid y en Londres, amenazas contra Irán y Korea, pánico internacional, uta!
Mejor ni seguirle y pos ni modo, ahora a seguir pa'lante ¿ya qué otra nos queda? Conmemoro este día, no por la lástima que me dan los gringos, por ellos y su "proud american way of life" no siento pena. Siento pena por los hispanos y demás migrantes que fallecieron en los ataques, por aquellos que realizaron las labores de limpieza y remoción de escombros y que ahora están afectados física y emocionalmente, por las familias de los militares que nunca los volvieron a ver con vida y que les regresaron a sus hijos en un bello ataúd cerrado con la bandera ajena sobre él mismo para cubrir la barbarie que esto se ha convertido. Lo lamento por aquellos que siguen al frente "luchando" por una patria que no es la suya, contra gente que les teme, lo siento por quienes sufrieron atentados en Madrid y Londres y por los mismos habitantes de Medio Oriente, que siguen sufriendo tanto o más que los gringos. En fin, si aún creen en dios, levanta una plegaria, sino,por lo menos reflexiona sobre ello.
