Pos ya qué
Y por fin di mi bracito a torcer y le escribí. Diez veces en el día he revisado el maldito correo, pero nada. No ha contestado, ni una letrita, ni un emoticon, nada. Y pienso "¿Qué pex con este baboso?" Y me digo: "Bah, no importa, luego me escribe..." Y me angustio y digo: "Capaz y si se mató como amenazaba cuando lo hacia enojar." Pero reflexiono y digo: "Neh, era puro pancho, si luego se soltaba a reir y me decía: es broma". Y harta de todo este sufrimiento pendejo no quiero ya otra cosa que fumarme un cigarrito, una tacita de café fresco y un boleto para Santiago de Chile... Nomás, no es mucho pedir, ¿o sí?
P.D. Terminaré haciéndole caso al maese Rageus y a Izaya
1 Comentarios:
Pues sí... más vale matar el "hubiera" cueste lo que cueste, porque después nomás te atormenta sin piedad.
Total... si las cosas no salen de lo mejor, deberías echarte un tour por Chile para que regreses limpiecita y renovada.
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