Generación 2003-2006, Grad Nite Disney... Uff

No sé como se me ocurrió decir que sí cuando me dijeron que si quería ir a la Grad Nite en Disney de mis queridos ahijados. Ah, y es que no había dicho nada, resulta que soy la "madrina" de la generación 2003-2006 de la preparatoria donde imparto clases y pues consecuencia de esto, me escogieron para "chaperon". La cosa fue así, el martes por la tarde el profe Ponce llega y me pregunta que si quisiera ir a Disney en calidad de chaperona, yo, toda sacada de onda, me le quedo viendo un ratito y le digo: "Pos seh, pero pos no me avisaron con tiempo, no tengo dinero..." "Del dinero no se preocupe profe, usted entra gratis, además a los chaperones nos dan bocadillos y bebidas gratis, la casa paga." Pos ya así la cosa cambió años luz, sólo me faltaba un detalle: Que me dieran permiso de ausentarme en la biblioteca porque la salida era a las 5:00 p.m. y yo salgo comúnmente a las 9:00 p.m... La cosa fue que el profesor Ponce lo arregló en dos de tres patadas y pues ya con el permiso otrogado y todo de grapas, pos ¡no podía negarme a ir! Total, ya sé que Disney es el palacio de la mercadotecnia y el consumismo malhabido, jajajaja, pero pos la neta no me iba a costar, así que allá voy. La cosa es que me la pasé el día de ayer, para arriba y para abajo desde temprano, porque tuve que sacar un permiso para internarme a EUA (inches gabachos, no les basta el consumo...) y pos arreglar mis chivas (lease objetos, cosas, etc.)para salir rumbo a Disney. Y pues, no es que me muriera por ir a Disney, pero tenía ganas de liberarme un rato de la rutina de estar tooooooooooooda la tarde en la inche biblioteca y estar con mis querridos educandos, que ya se me van, bu-bú-bú U_u. Y allá voy de alebrestada.

La pachanga comenzó cuando se subieron a los camiones. Los chamacos superemocionados, muy felices, algunos muy bien vestiditos, otros no tanto, pero decentes, pasables y eso sí, con muchas ganas de divertirse.Fueron como dos horas y media de viaje, yo sentía el trasero plano, plano, me dolía y más por que hace dos días me caí y pues estaba adolorida. La neta, tenía un chingo sin ir a Disney, así que ya no me acordaba como era.Los chamacos querían que anduviera para arriba y para abajo con ellos y creo que lo hubieran cumplido de no ser porque cuando nos bajamos del camión, los escuincles se me perdieron en la marabunta de gente de todas las escuelas habidas y por haber de california y de ciudades cercanas. ¡Chingada madre! Y vaya que yo me les iba a pegar como lapa, pero la bronca también es que yo era "chaperon", así que entré por otro lado y ellos ni por enterados. A los morros les tocó brazalete azul y a nosotros verde, por que los chaperones teníamos un restaurant para nosotros y lo mostrabamos al pasar. En ese resturant, aparte de tener la comida y bebida gratis para nosotros, era donde nos debíamos de concentrar y a donde nos llamaban si había un problema con un estudiante, cosa que afortunadamente en nuestro caso, no sucedió. Uf! Entramos, nos instalamos y de vez en cuando, salía a ver si me encontraba a unos de mis chamacos por ahí para que me llevaran con ellos de paseo. Como no me los encontraba, luego regresaba, y cualquiera del personal encargado de la puerta me decía: "Jei you kiddo! Where are you going?" Entonces les enseñaba el brazalete de chaperón y me dejaban pasar. Jejejeje, "Ni que estuviera tan joven", pensaba y me asomaba de vez en cuando. Total, que de la gran velada que según yo iba a pasar, sólo me pude trepar a dos jueguitos mecánicos, curiosear por las tiendas, sin comprar nada de nada, ¡por qué tod está super carooooooo! La cosa es que me la pasé casi toda la noche sentada y jugando baraja, eso sí: traga y traga( quesitos, galletitas, frutas, pastelillos, yogurth, verduritas con aderezo), bebe y bebe (café, té, chocolate, leche, jugo, soda)lo que fuera con tal de no dormirnos. El Show de Luces de Tinkerbell lo ví como tres veces y bueno, no me cansé tanto como si hubiese caminado todo el parque, pero ya no soportaba la silla. Lo peor del caso es que ya se acercaba la hora de partida y eso implicó estar otras tres horas sentada de vuelta a Tijuana. ¡Uy, mi colaaaaaaaaaaaa! Luego de vuelta, los chamacos dormidoooooooooteeeeeeeees y pues yo intentaba hacer los mismo. Tenía a uno de mis chamucos sentado a mi lado, pero igual me iba a dormir. Ya casi había muerta por el sueño que me nublaba la vista y me exponía a la humillación pública de que me sacaran una foto horrenda, de esas en las que apareces con las ojeras hasta el mentón y la bocota abierta y por ende baba escurriendo por las comisuras, sentí un jalón en la manga de la chamarrita y veo la cara de una de mis niñas, casi verde pistache. "Má (porque algunos me dicen "má") ¿no me puedo sentar acá? (señalando la escalera),es que atrás me voy mareando y tengo ganas de vomitar..." "En la escalera nadie puede ir sentado... Lo siento nena, pero si quieres te cambio de lugar." El nene que iba a mi lado se despertó y me dijo, "No te preocupes, yo le cambio." Y se fue él para atrás, y yo por ir vigilando a esta creatura y que no fuera a vomitarse encima pues casi no dormí. Llegando, llegando tuve junta de cierre de semestre y pues ahí tienen que no he dormido y me siento fatal. ¡Y todo por argüendera! Pos seh, suena muy suave el Grad Nite, pero tampoco es cosa del otro mundo. Había gringos, "hispanos", negros, koreanos, japoneses, etc., pero nada que no fuera el mismo "Tizney" de siempre. La diferencia la hacía la noche. Creo que si hubiera andado con mis escuinclas, me lo hubiera pasado mejor... Desgraciadamente (y como encomienda popular) el HUBIERA, ¡no existe! Espero que la próxima vez me vaya mejor que esta, aunque esta no fue tan mala. Pudo haber sido peor... Bueno, digo...