Uta... ahora esto...

A parte de estar aburrida hasta decir ¡BASTA! Me han hecho encabronar. Y es que no están para saberlo y yo tampoco para contarlo, pero si no lo suelto soy capaz de matar a alguien. Resulta que desde hace casi un mes entró a trabajar a la biblioteca una tipa y de ahí viene todo el cuento. Desde febrero yo había sido la única mujer, biológica-psicológica-espiritual-intelectual y demás mentes hablando, ya que tenía un compañero gay que era un poquito más femenino que yo (Okey, okey! Voy a confesarlo, soy un poco machorra pero no por ello soy lesbi!)y él también era una "nena", pero el mes pasado lo corrieron, para contratar a la "nueva" (si la tipa esta es nueva, yo estoy en etapa embrionaria). A pesar de ser la única chica los demás tarugos siempre me han (mal)tratado como si fuera uno de ellos (virtud que tengo desde que estoy en el kinder, nunca los chicos me han tratado delicadamente... ¡Pero bueno, ese es otro trauma!). Frente a mí hablan desde cosas estúpidas hasta de sus penes (de dizque 25 cm., ajá, como no!) erectos y escupiendo sus chisguetitos de esperma raquítico (digo eso, porque presumen de ser tan poderosos como la penicilina para acabar con las infecciones y como dice el dicho popular: "Dime de que presumes y te diré de que careces")... Prusssssh, ustedes no saben ( o tal vez sí) lo que es oír tanta guarrada junta y la neta, no me brinca el escapulario, pero imagínense, YO la pseudofeminista escuchar a estos marranos decir cosas de las vaginas y de los pechos de las mujeres y lo que es peor, ver como TODOS se conglomeran en el ventanal a estar viéndoles y criticándoles el culo a cuanta morra pasa (como si ellos estuvieran superbuenotes) La cosa es que aunque no me trataban muy bien, yo era la nena y pos mal que bien se fregaban y había cosas en las que YO que era la NENA, tenía la última palabra. ¡PERO! Desde que llegó la julana esta me va peor que antes. Y es que antes yo era la que andaba por toda la biblio correteándolos para que acomodaran sus libros y como era la nena, no me hacían mucho caso hasta que veían las pilas de libros desparramarse de los carritos. Ni que decir de la mesa de café, la cual está en procesos técnicos, y la cual siempre estaba recontrasucia, llena de tazas sucias y manchas, el horno...¡Ni hablar! un auténtico excusado de bar de carretera. Claro que siempre acababa limpiando la nena (YO). Total, la cosa es que cuando llegó la pagana esta, que SI ES BIBLIOTECARIA (osea ella estudio para eso, no es lírica como la bola de idiotas que tenemos años trabajando en las bibliotecas y que NO ESTUDIAMOS para eso...) llegó con ínfulas y a la mayoría no les cayó bien, a excepción de un güey que trabaja en mi turno (que es el vespertino de 1:00 p.m. a 9:00 p.m.) y a quien llamaremos Joey el Caliente (por estar constantemente necesitado de sexo, a pesar de estar arrejuntado y con una hija), de hecho él piensa con los tanates y estoy casi segura que se chaquetea dos o tres veces por turno, ya que a mí me toca cubrir su área (circulación) cuando necesita ir al baño y neta: NADIE por más estreñido que esté puede durar casi 30 minutos en el baño...)Este güey es de los típicos libidinosos a los que tienes que mantener alejados con una chamarra de alambre de púas y a quien hay que dudar en dar la espalda y eso de agacharse en su presencia ¡ni hablar, ni aunque sea un morro! Y es que con eso de que con que sea hoyo aunque sea pollo...La cosa es que cuando la tipa vino, lo primero que le vió fue el trasero y dijo que lo tenía "bien grandote" y "bien sabrosote" y cuando se enteró de que iba a trabajar aquí se dedicó a estar diciendo que le iba a dar un cojidón de bienvenida y no sé que pendejadas más. Y pues la tipa resultó casada, pero no por ello menos zalamera con Joey el Caliente, pues desde que llegó se la pasan juntitos y casi cogiditos (en el sentido real y literal de la palabra) de la manita, resultaron ser ¡almas gemelas! Se la pasan juntitos y van a comer, a checar, a la administración y a todos lados juntitos (¡ay no se vaya a perder!)¡PUTA MADRE! A estas alturas de la queja dirán: "¿Y eso, qué pedo, en qué te afecta?" ¡Pos me afeta y mucho! Y les voy a decir porque: Por qué desde que la pagana esa llegó, Joey el Caliente se la pasa oliéndole el pedo y claro la que tiene que cubrir el área de circulación (y por ende, hacer su trabajo) ¡SOY YO! Y pa' rematar a ella, a la recién llegada, a esa pagana le han dado casi-casi poder absoluto sobre el turno vespertino (léase que es la cuasi-jefa) y pos se ha dedicado a limitar espacios (ya no se puede estar en procesos técnicos descansando, ni comer ahí se puede, no puedo usar la mesa de procesos para trabajar, porque ella la necesita, no puedo tomar material sin avisarle, etc.) y a "poner orden" sin siquiera consultar conmigo (que soy encargada de referencia y publicaciones periódicas y que también tengo vela en el entierro). Ella ha dispuesto de espacios, impuso reglas y según ella "descubrió el hilo negro" y ahora la alaban y a la nena ni la pelan... Dirán: "Son celos laborales", pero ¡ni madres, claro que no los son!(bueno, si poquitos..., ejem...) Cuando ella llegó, pretendí aprovechar que es bibliotecaria de profesión para que nos enseñara y guiara pero no para que se impusiera... Y ahí no para la cosa, resulta que los que antes no la aguantaban, ahora la adoran y la única relegada ¡SOY YO! Si ella necesita ayuda se la dan, pero yo no puedo decir que necesito cargar unas cajitas porque todos se desaparecen... ¡CHINGADA MADRE! Y luego el güey del Joey calenturiento se vuela en decir pendejadas y ella que le atiza más al boiler y si yo digo algo, el muy cabrón me ajera (maltrata) y me corre del área de procesos donde es el reino de la pagana esa y la neta eso me hace desear convertirme en Nerón, echarlos a los leones e incendiar la biblioteca. Uffffff! Ni hablar, cuando no me llueve, me llovizna. Se aceptan sugerencias, premios de consolación, palabras de aliento y nuevas propuetas laborales, lo que sea.